Soy fisioterapeuta, pero no cualquier fisioterapeuta.
Soy lector, intérprete, abro mi percepción: cada paciente es un libro que se abre, se lee y se reescribe. Las emociones son las letras; el espacio-tiempo, el papel. Trabajo desde la escucha, la visión, el tacto consciente, el respeto… y, sobre todo, desde la física.

Aquí no encontrarás protocolos preestablecidos.
El síntoma no es el enemigo: es un mensajero. Y en lugar de “matarlo” al llegar (this is not Sparta) nos sentamos a escuchar lo que propone. Lo que hacemos es evaluar juntos sus propuestas, comprender su raíz y acordar una paz duradera.

Patrones, frecuencia, vibración, eficiencia energética, sinergia, biomecánica, sensibilidad, emociones: con estas claves exploramos el universo interno de cada persona. Me especializo en acompañar a quienes conviven con dolores crónicos, bloqueos energéticos o malestares difusos que no encuentran explicación en la medicina convencional, y también a quienes simplemente sienten que algo en su cuerpo o en su vida no está fluyendo, y buscan entenderse desde una perspectiva más amplia.

Si está bien para ti, seré escudero.
Te acompañaré a descubrirte, a confiar en tu camino, sin juicios ni automatismos. Desde la intención, no desde el hábito. Con respeto, con responsabilidad, con apertura.
A través del cuerpo accedemos a memorias, tensiones, emociones e información que podemos transformar en salud y en abundancia de todo lo que nutre.
Vamos a escribir, juntos, el patrón funcional de tu salud integral.